LA CONVICCIÓN.-
Igual que había cruzado todas las demás barreras...
Atravesó montañas, atravesó llanuras, atravesó valles. El arroyo había
atravesado muchas, muchas cosas. Viniendo de las altas montañas, de
algún lugar desconocido, había viajado mucho, había hecho un gran
peregrinaje. Había tenido muchas experiencias atravesando las duras
rocas; siempre había salido victorioso.
Ahora toda esa experiencia se había convertido en un obstáculo.
El arroyo trató también de cruzarlo -este desierto-, pero
se encontró con que en cuanto se adentraba en la arena
sus aguas desaparecían.
Era una situación nueva. La inteligencia consiste en que, al ver el
hecho de que la situación es nueva, nunca intentes lo viejo. Cuando la
situación es nueva, ¡sé nuevo! ¡Ten inventiva! ¡Deja caer el pasado!
¡Mira con nuevos ojos! Deja que tu consciencia responda a lo nuevo.
¡Refléjalo! Y no tengas miedo a los errores y a las equivocaciones,
porque en una situación nueva el único error que es imperdonable es el
error de usar algo que fue práctico en otra ocasión, ¡el único error
imperdonable! Todos los demás errores y equivocaciones son perfectos,
están bien; aprenderás algo a través de ellos.
Sin embargo, estaba convencido de que su destino era cruzar
ese desierto, y de que a la vez no había manera de cruzarlo.
Los sufíes usan la palabra "convicción" de una manera muy extraña.
Si dices: «Soy un cristiano convencido», o «Soy un hindú convencido», Ese no es el significado, no el significado sufí.
Los sufíes dicen que la convicción sólo quiere decir aquello que surge
de tu ser más intrínseco, no del exterior. Por ejemplo, todo el mundo
busca la felicidad; eso es una convicción. Es natural.
Nadie te
ha dicho que busques y persigas la felicidad, es algo intrínseco en ti;
todo el mundo la está buscando y persiguiendo. Nadie te ha dicho que la
felicidad sea posible. De hecho, muchos filósofos están diciendo que la
felicidad no es posible.
Freud lo dice, Nietzsche también; nunca ha
sucedido y no puede suceder por la misma naturaleza de las cosas; es
imposible. Pero de todas formas, ¿a quién le importa Nietzsche y Freud?
La gente sigue buscando. Hasta Nietzsche siguió
buscando, y también
Freud. En sus momentos filosóficos supo que no era posible, pero también
tuvo momentos que no eran filosóficos, cuando era un ser humano y no un
psicoanalista, cuando no era el fundador del psicoanálisis sino sólo un
ser
humano: un padre, marido, amante o amigo. Entonces comenzaba a
buscar la felicidad, aunque sabía que no era posible. Pero ese
conocimiento sigue siendo superficial.
La convicción es
inherente. El pájaro haciendo un nido en el árbol está convencido de
algo de lo que no tiene conocimiento. Nunca ha hecho un nido, nunca ha
tenido crías –ésta es la primera vez-, tampoco ha ido nunca a ninguna
escuela a aprender cómo hacer nidos. Nadie se lo ha contado, nadie se lo
ha enseñado, y de repente surge la convicción. En el momento en que la
hembra se queda preñada surge en ella la convicción, desde un lugar
desconocido y profundo, de que tiene que construir un nido; no sucede
realmente en su cabeza, sino en la
misma fibra de su ser. Empieza a
moverse, a preparar cosas. Tiene que preparar mil y una cosas, y cuando
lleguen las crías el nido estará listo. No sabe nada de crías, no sabe
nada de nidos, pero ocurre. Esto es convicción en el sentido sufí de
la palabra.
Los sufíes usan las palabras a su manera. Giran el lenguaje, le dan la vuelta.
Lo hacen encajar en su propia visión. Y siento que usan la palabra "convicción" exactamente en la forma que debe ser.
"Sin embargo, estaba convencido de que..."
...En contra de todo el conocimiento, en contra de toda la experiencia.
El arroyo estaba viendo cómo desaparecía en el desierto, pero a pesar
de todo tenía la convicción de que su destino era cruzarlo....