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De: MELODY 976 (Mensaje original) |
Enviado: 10/12/2009 19:24 |

CANTOD
A mediados del siglo IV el papa Julio I realizó una detallada investigación acerca del nacimiento de Jesucristo y una vez completados sus estudios anunció que, de allí en adelante, el día oficial del nacimiento de Cristo sería siempre el 25 de Diciembre.
Con anterioridad a esta decisión terminante, existió gran confusión. La verdad es que nadie tenía la más mínima idea respecto a la verdadera fecha y esto condujo a interminables discusiones y debates.Nadie estaba seguro del año del nacimiento y menos aún del mes y el día.
Examinando la evidencia de un hecho surge como seguro: Cristo no nació el 25 de diciembre del año cero. Se nos dice que sus padres emprendieron el viaje de noventa millas y cuatro días de duración entre Nazareth y Belén, para cumplir con un censo de población ordenado por los romanos y sabemos que este relevamiento, que se hacía por razones impositivas, tenía lugar cada catorce años. Hubo un censo en d.C.20, otro en d.C34 y un tercero en d.C.48, lo cual significa que si el viaje efectivamente se realizó, él posiblemente haya nacido el d.C.6 o a.C.8.
Consideraciones astrológicas respecto a la presencia de una "estrella brillante" apuntan a unos años antes de Cristo como posible fecha del nacimiento, siendo el a.C6 el más probable.
Con respecto a la fecha exacta, algunos escritores antiguos prefieren el 16 o el 20 de mayo, otros el 9, 19 ó 20 de abril. Otros en cambio hablan del 6 o el 18 de enero. También se pensó en el 29 de marzo y en el 29 de septiembre.
El cálculo más ingenioso estaba basado en la idea de que, dado que se supone que Cristo murió un 25 de marzo, debe haber sido concebido también un 25 de marzo pues su tiempo sobre la Tierra debía de ser de un número perfecto de años. Nueve meses posteriores al 25 de marzo nos llevan al 25 de diciembre y de esta manera puede justificarse la fecha oficialmente elegida.
En realidad todo esto no pasa de la esfera de las especulaciones disparatadas pero, a grandes rasgos, podemos acertar con la época del año en que el hecho aconteció. Si gente que vivía en una comunidad predominantemente agrícola debía cumplir con un censo de población, no tendría sentido que los romanos hayan decretado que se realizase en un momento en que los trabajadores debían atender sus tierras. Del mismo modo carecería de sentido realizarlo en pleno invierno cuando el frío y las lluvias predominan en esa región, (siendo harto improbable que los pastores estuviesen "atendiendo a sus rebaños durante la noche" en esa época del año). El momento ideal para llevar a cabo el censo sería probablemente el otoño. Pero esto agrega una conjetura más a los muchos otros intentos para fijar esta importante fecha y, en consecuencia, el papa Julio I estuvo acertado al tomar su decisión terminante, aún siendo la fecha escogida incorrecta.
La elección del 25 de diciembre fue una decisión inteligente y distó mucho de ser arbitraria, pues al colocar el nacimiento de Cristo en medio mismo de las festividades paganas invernales, la Iglesia cristiana aspiraba a absorberlas y convertirlas. En última instancia el resultado de esta competencia puede considerarse un empate. Por un lado las festividades paganas fueron exitosamente colocadas bajo el paraguas de la fe cristiana y en la mente de las gentes el nacimiento de Cristo se convirtió en el evento principal de pleno invierno, pero al mismo tiempo las viejas costumbres paganas persistieron. Las antiguas prácticas no murieron y la Navidad no se convirtió en una simple santificación del nacimiento. Oficialmente era la "Misa de Cristo", pero en la práctica también resultó un tiempo de jarana, de beber, bailar, intercambiar obsequios, encender fogatas, celebrar reuniones y de diversión general.
Se hicieron algunos intentos para desterrar las viejas costumbres, pero pronto se hizo evidente que el pueblo estaba demasiado apegado a ellas y poco dispuesto a abandonarlas, de modo que fueron absorbidas y cristianizadas. El intercabio de regalos, costumbre de siglos, ahora simboliza el homenajear al Niño Jesús con obsequios y varias facetas de la adoración del fuego pasaron a simbolizar que Jesús era "la Luz del Mundo". Las comilonas dejaron de ser un grosero ingerir alimentos para convertirse en un compartir las vituallas con el prójimo en verdadero espíritu cristiano, y merced a esta apacible transformació n la gente pudo continuar con sus muy amadas diversiones invernales mientras era lentamente absorbida por la Iglesia cristiana.
La estrategia funcionó admirablemente bien, siendo obvios los resultados. La cristiandad sigue vigente en toda su complejidad, pero las viejas celebraciones han desaparecido. La Saturnalia romana, las ceremonias nórdicas homenajeando a Odín, la celebración del natalicio del dios persa Mitra (también el 25 de diciembre) y todo lo demás se ha esfumado en el lejano pasado
Malak Min Or
Mo ghrá Thú
Qué el camino pueda encontrarse contigo.... Qué el viento esté siempre a tus espaldas.... Qué el sol brille tibiamente sobre tu rostro. Qué la lluvia te refresque en tu camino. Qué siempre vayas con el Padre
en todas tus jornadas.... .
y hasta que yo pueda abrazarte nuevamente.. ...
que el Padre te abrace y te bese con amor .



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GRACIAS POR TU ENVIO AMIGA
XOXOXOX DE MI
PARA TI!
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GRACIAS AMIGA POR EL MENSAJE, Y SABES PORQUE NO FUE EL 24 ... PORQUE ESE DIA NACI YO .-
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