
Tengo ganas de ti, y no me importa admitirlo con el descaro tangible del pezón endurecido. Te has adueñado de la trinchera de mi muslo y no quiero otra guerra que no sea la tuya . No sé bien cómo lo hiciste, ni en qué momento supiste estrechar la rebeldía de mi cintura elevando el remolino de mi fuego, subirlo , y es que te deseo en lo extraño y parecido. Me enloquecen tu oscuro trazo, tu sigilo de paso felino, y que mi sexo te intuya , como el río ese deslizado, en que me partes. Siento .... el vértigo de mis brazos, rodeando tu altura .
Y tenerte es el rítmico albor de mis pechos re_corridos apretándose en las monturas del jadeo sensible , voy a indagarme, el punto ese en que liberarme acorralada de ti, y buscando desesperarte claudico mi fondo : que tu puente erguido me logre, y entiende que me muerda el labio, al primer envite, mi carne toda será el cuerpo que te invita al compás de mi umbral mojado, tras la turgente rosa.
Y gozarte es tu pulso impredecible y mis precisos gemidos tu embestida primitiva, mi primario baile, tú con tu profundo instinto de clavarme yo con mi instinto profundo de arañarte y, en medio, el empuje de mi sangre, la contracción de mi existencia al límite en su delirio elíptico, en su onda infinita y tu boca, Diosssss, tu boca que me abrasa....
Tengo ganas de ti, siiiiiiiiii y no me importa admitirlo.

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