Una tipa entra a un bar. Después de beberse dos cervezas pone veinte pesos en la barra y declara que puede mear más alto que cualquier hombre. Rápidamente dos tipos aceptan la apuesta.
"Yo primero", dice la mujer.
Se quita la falda y los panties; se acuesta en el suelo levantando las piernas y empieza a mear haciendo mucha fuerza. El chorro llega como a diez pulgadas de altura del piso.
"Esto va a ser como quitarle un dulce a un niño", se mofa uno de los apostadores comenzando a bajarse el zíper del pantalón.
"Muy bien, pero recuerden una cosa: sin usar las manos", puntualiza la mujer.