Era un tipo que nunca durante su niñez había usado un calzoncillo porque su mamá no le compraba. Así que cuando ya creció y cumplió dieciocho años su mamá le compró diez
metros de manta y le hizo un calzoncillo con un metro de esa manta.
El muchacho estaba tan contento, pues era la primer vez que iba a estrenar una prenda de esas. Así que decidió ir a sorprender a su novia con el super regalo que le habían
dado, pero era tanta la emoción que tenía que se le olvidó ponerse el canzoncillo antes de ponerse el pantalón. Y así con gran emoción se fué donde la novia.
Llega a casa de la novia y cuando están en la sala le dice: "Mi amor, tengo una sorpresa que quiero enseñarte".
Y rápidamente se suelta el pantalón, sin acordarse aún que no tenía el canzoncillo puesto. Y la hembra donde ve semejante barbaridad se quedó atónita y dijo:
"Dios mío, pero que es esa barbaridad".
A lo que el tipo responde: "Y eso no es nada mi amor, en la casa quedaron nueve metros más.