
Con sólo mirarte a los ojos desatas mi pasión;
furiosa y desbocada mi mente goza exaltada
mientras mis manos recorren tu cintura con tesón
y, al compás de tu respiración entrecortada,
lentamente se deslizan a tus cumbres sonrosadas.
Girando tu bello rostro te encuentras con mis labios,
húmedos y cautivos, deseando ser prendidos
por tu boca de fuego cuando pierde el sentido
que me roba excitada el aliento sin agravios.
Pero...déjame recorrer lentamente tu cuello,
dejemos que el agua empape nuestros cuerpos desnudos,
piel sobre piel, mano a mano, cabello a cabello,
deseos incontrolables que se convierten en nudos
ahogando dulcemente en la noche nuestros suspiros;
suspiros que por recorrer tu cuerpo palmo a palmo
agitan con fiereza el mío sin darle más respiro
que el dulce baile de dos lenguas entrelazadas,
hoy, ahora y siempre en esta noche estrellada.
Adoro cada centímetro de tu cuerpo
y estoy con este corazón mio en vilo
por tan solo poder imaginar mis manos
recorriendo tus dulces pechos;
mis labios tiemblan rozando tu cuello
mientras susurro con dulzura un "te deseo"
y un "hasta mañana..."
EL ZORRO