Estaba un señor reparando una llanta ponchada, frente a un manicomio; al momento de quitar los tornillos se le van los cuatro por una coladera. "¡Y ahora que voy a hacer!"
Uno de los locos del manicomio se asoma por la cerca y le sugiere, "Quita un tornillo de las otras tres llantas y los colocas en esa, y te irás con tres en cada una."
"Oye, que excelente idea; y por que estás tu ahí adentro.
"¡Estoy loco, no pendejo!" |