Al que juró hasta que ya nadie confió en él; mintió tanto que ya nadie le cree; y pide prestado sin que nadie le dé; le conviene irse a donde nadie lo conozca.
Sólo las mujeres y los médicos saben cuán necesaria y bienhechora es la mentira.
Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad.
Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja.
La primera pequeña mentira que se contó en nombre de la verdad, la primera pequeña injusticia que se cometió en nombre de la justicia, la primera minúscula inmoralidad en nombre de la moral, siempre significarán el seguro camino del fin.