En un restaurante, un comensal le ordena al mesero:
"Mesero, déme un huevo duro".
El mesero lo atiende y le lleva el huevo. Tiempo después, el tipo grita enojado:
"Mesero, este huevo está blando".
El mesero se acerca a la mesa, mira al huevo y exclama:
"¡Cállate, huevo hijo de puta!" |