¿Y mi esposa y mi bebé?
"A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus cualidades y acepta con gusto sus guisos sin reclamarle nada. Y además, se preocupa por tu hija la quiere como si fuera suya y por muy cansado que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar con ella y son muy felices."
¡No! ¡Esto no puede ser! ¡No puedo estar muerto!
"Lo siento. La decisión ya fue tomada."
¡Pero!...eso significa que jamás volveré a besar la mejillita de mi bebé, ni a decirle te amo a mi esposa, ni darle un abrazo a mi padre. ¡NO! ¡NO QUIERO MORIR! ¡QUIERO VIVIR!! ¡Envejecer junto a mi esposa! ¡NO QUIERO MORIR TODAVIA!
"Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu decanso eterno, duerme para SIEMPRE."
¡NO! NO QUIERO! ¡NO QUIERO! ¡POR FAVOR!
¿Qué te pasa amor? ¿Tienes una pesadilla?
Dijo mi esposa despertándome.
No, no fue una pesadilla, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia, de todo lo que Dios creó.
¿Sabes? Estando muerto ya nada puedes hacer y estando vivo, puedes disfrutarlo todo.
¡QUÉ BELLO ES VIVIR PARA PODER SERVIR A MIS SEMEJANTES!
¡Disfruta de tus seres queridos, HOY! ¡que estás vivo!
¡QUÉ BELLO ES VIVIR PARA PODER SERVIR A MIS SEMEJANTES!
¡Disfruta de tus seres queridos, HOY! ¡que estás vivo!