UN CURSO de la Universidad Católica de Valencia, en España, concluyó que para estar sanos hay que reír por lo menos 30 veces al día, porque el humor en general, y la risa en particular, constituyen una herramienta terapéutica para el tratamiento de enfermedades y está íntimamente relacionada con el bienestar y la salud.
Una de las responsables del curso, la terapeuta corporal García Máñez, ha señalado que la risa, como expresión de la alegría, afecta a los sistemas cardiovascular, respiratorio, inmunológico, muscular, nervioso central y endocrino, entre otros.
La buena noticia es que desde hace varios meses se practica en Panamá la terapia de la risa como un sistema de relajación.
La terapeuta panameña Luly Tribaldos, quien dicta charlas y conferencias sobre terapia de la risa a diferentes grupos, explica que éste es un concepto antiquísimo, desde los veda en la India, inclusive en el taoísmo se habla de un buda de la risa, un monje que enseñaba a sus discípulos a reír.
Agrega que es la terapia de la risa es también una meditación, porque lo que estamos buscando es un momento de quietud, de silencio donde la mente pueda descansar.
Con la risa esto es posible porque cuando reímos el cerebro no puede pensar, y esa es la parte interesante, porque puede descansar.
La risa es una de las terapias más energéticas que existe, es una forma de meditación alegre, afirma. En 1990 el médico Madan Kataria, de Mumbay, India, comenzó a tratar a los pacientes depresivos con la risa y creó clubes de terapia de la risa, comenta Tribaldos.
Ella comenzó con este tratamiento en el año 2002, que en algunos lugares le llaman yoga de la risa, aunque en Estados Unidos se le conoce como jaja yoga.
La terapia se trabaja con movimientos que causan gracia y promueven la liberación de los tejidos.
Se hacen imitaciones de animales, o personajes que causan risa y ayudan a liberar energía.
Lo interesante es que al reír el cuerpo segrega una hormona conocida como catecolamina, la cual crea una relajación inmediata e induce a la absorción de endorfina, que permite alcanzar un estado de relajación y alegría, explica.
La risa estimula la sanación física, porque aumenta el flujo sanguíneo, lo que ayuda al proceso de cicatrización de heridas, reduce la inflamación y favorece el estado de alerta, y si somos capaces de reírnos cuando estamos enfermos, seguro sanaremos más rápido, comenta.
Para las mujeres es sumamente beneficiosa porque las mantiene jóvenes, ya que las tensiones de la vida diaria dejan huellas de expresión en el rostro, pero esa tensión desaparece y se adquiere una apariencia más lozana y vital.
Además es uno de los procedimientos del organismo para reponerse de efecto del estrés.
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