Una chica muy bonita se presenta en un consultorio dental; la recepcionista la hace pasar con el estomatólogo. Luego de sentarse en el sillón éste le pregunta:
"¿En qué le puedo servir?"
La muchacha se sube la falda; se baja las pantaletas ;se vuelve a sentar y abre las piernas. Atónito, el facultativo sugiere:
"Señorita, creo que usted con quien quiere pasar es con el ginecólogo".
"¡No, señor, lo que yo quiero es que me saque los dientes que un viejito me dejó trabados". |