Una pareja va al cine. En la entrada, una enfadosísima vendedora ambulante se les acerca:
— ¿Quiere un ramo de flores para la señorita?
“No, gracias…”, responde el muchacho entre dientes, y no quiere ni voltear a ver a la mujer para que ésta no se alborote.
Más insistente aún, la vendedora ofrece:
— ¿Quieren algunos dulces? Son baratos…
“No, gracias, no queremos nada…”.
— ¿Tal vez un paquete de palomitas de maíz? Están recién hechas…, necea la nefasta mujer.
“¡No, no, no! ¡No queremos nada!, ¡N-A-D-A!”.
Entonces la vendedora mosca muerta suelta con toda mala intención:
— No se quiebren la cabeza, en esta película
el asesino es el chofer.