Una
pareja se fue de vacaciones a una laguna donde se podía pescar.
El esposo
amaba pescar al amanecer y a su mujer le encantaba leer.
Una
mañana, el esposo volvió después de varias horas de pesca y decidió tumbarse y
dormir una pequeña siesta.
Aunque no
estaba familiarizada con el lago, la esposa decidió salir a pasear en el bote.
Remó una
pequeña distancia, ancló el bote y retomó la lectura de su libro. Al poco rato
apareció el guarda en su bote.
Llamó la
atención de la mujer y le dijo:
- Buenos días, señora... ¿Qué está
haciendo?
- Leyendo - respondió ella, pensando
"¿Es que acaso no es obvio?".
- Se encuentra en un área de pesca
restringida.
- Pero… ¡si no estoy pescando...! ¿No
lo ve?
- Si, pero tiene todo el equipo. Tendré que llevarla conmigo y ponerle una
multa.
- Si usted hace eso, lo denunciaré
¡por violación! - dijo la mujer indignada.
- Pero, ¡si ni siquiera la he
tocado...!
- Si, ¡pero tiene todo el
equipo!
Moraleja:
Nunca discutas con mujeres que saben leer. Sabe pensar.