Una señora estaba en un avion volviendo de Suiza. A su lado estaba sentado un cura, entonces ella le pregunta:
-Padre, puedo pedirle un favor?
-Si hija mia, que quieres?
-Mire, compre un depilador electrico super sofisticado muy caro y tengo miedo que supere mi limite en la aduana. ¿Podria usted esconderlo debajo de su sotana?
-Si mi querida, puedo, solamente debo advertirte que yo no se mentir.
La señora piensa:-¡Hay! ojala que nadie le pregunte nada al cura...
-Esta bien padre,gracias por su ayuda...y le da el depilador.
Llegando a destino en el aeropuerto, el funcionario de aduanas le pregunta al cura:
-¿Algo a declarar padre?
A lo que el cura responde:
-De la cabeza a la cintura, nada a declarar hijo mio.
Medio extrañado el funcionario le pregunta:
-Y de la cintura para abajo, ¿que tiene?
-Alli abajo tengo un instrumento para mujeres que nunca fue usado.
El funcionario hecha unas carcajadas y dice:
-Proximo de la fila.