La extravagante Lady Gaga llamando la atención de nuevo, para no perder la costumbre; seguramente para esconder su falta de talento musical.
De esta guisa, vestida con carne cruda -en la cabeza podía haberse puesto unos sesos- posa para la revista Vogue de Japón, fotografías realizadas por Terry Richardson.
Está para comérsela, vuelta y vuelta.