Si bebes no conduzcas, una máxima que el ciudadano norteamericano Billy Joe Madden, de 28 años sigue a rajatabla.
Este ejemplar hombre, se bebió unas cuantas copas de más que le impedían coger el coche. Borracho, lo indicado es que se pusiera al volante uno de sus acompañantes: su hijo de 7 años.
El chaval se puso en marcha para llevar a casa a su padre, durmiendo la mona en el asiento de al lado, y a su hermana de 4 años.
No llegó al final del viaje debido a que la policía lo impidió avisada por otros conductores que denunciaron haberse encontrado con un coche circulando erráticamente y que parecía estar conducido por un niño.
El padre modelo no entiende porqué ha sido detenido, cuando en vez de actuar como Ortega Cano cedió el volante a alguien sobrio.