¿Como detectar a un pederasta?
Cómo detectar a los pederastas
A menudo familiares y profesores son decisivos para detectar abusos a menores, sobre todo teniendo en cuenta la reticencia o imposibilidad de los niños a la hora de hablar de sus agresores.
El dibujo de una niña sirvió para encontrar a su agresor.
Combatir los abusos sexuales a menores depende a menudos de profesores y familiares. Sobre todo teniendo en cuenta que el 90% de los pederastas forman parte del entorno familiar, como ocurrió en el caso de Josep Fritzl, el monstruo austríaco que mantuvo retenida a su hija en un sótano durante 24 años, abusando y teniendo con ella varios hijos.
A menudo el profesorado es vital a la hora de detectar los abusos si la familia no ve o no quiere ver lo que ocurre. Un ejemplo de esto es lo que sucedió con una niña de cinco años que sufría abusos de su padre. La psicóloga de su colegio analizó uno de sus dibujos y dio la voz de alarma, descubriendo cómo el padre utilizaba juegos y chantajes para obtener lo que quería de la pequeña.
En ocasiones a la familia y a los propios niños les cuesta asumir lo que está ocurriendo. Es un modo de autodefensa psicológica que dificulta el que se puedan tomar medidas en contra del agresor. De ahí que los profesores puedan llegar a ser determinantes a la hora de combatir la pederastia.
Cuando las lesiones físicas son evidentes los pediatras toman cartas en el asunto de inmediato. Pero hay situaciones en las que se producen tocamientos que no son detectados por los médicos. Esto no quiere decir que las agresiones no se pongan de manifiesto, pero lo hacen de forma diferente, como por ejemplo con cambios de comportamiento en el niño al encontrarse con su agresor
A menudo familiares y profesores son decisivos para detectar abusos a menores, sobre todo teniendo en cuenta la reticencia o imposibilidad de los niños a la hora de hablar de sus agresores.
El dibujo de una niña sirvió para encontrar a su agresor.
Combatir los abusos sexuales a menores depende a menudos de profesores y familiares. Sobre todo teniendo en cuenta que el 90% de los pederastas forman parte del entorno familiar, como ocurrió en el caso de Josep Fritzl, el monstruo austríaco que mantuvo retenida a su hija en un sótano durante 24 años, abusando y teniendo con ella varios hijos.
A menudo el profesorado es vital a la hora de detectar los abusos si la familia no ve o no quiere ver lo que ocurre. Un ejemplo de esto es lo que sucedió con una niña de cinco años que sufría abusos de su padre. La psicóloga de su colegio analizó uno de sus dibujos y dio la voz de alarma, descubriendo cómo el padre utilizaba juegos y chantajes para obtener lo que quería de la pequeña.
En ocasiones a la familia y a los propios niños les cuesta asumir lo que está ocurriendo. Es un modo de autodefensa psicológica que dificulta el que se puedan tomar medidas en contra del agresor. De ahí que los profesores puedan llegar a ser determinantes a la hora de combatir la pederastia.
Cuando las lesiones físicas son evidentes los pediatras toman cartas en el asunto de inmediato. Pero hay situaciones en las que se producen tocamientos que no son detectados por los médicos. Esto no quiere decir que las agresiones no se pongan de manifiesto, pero lo hacen de forma diferente, como por ejemplo con cambios de comportamiento en el niño al encontrarse con su agresor
Muchos son los colegios que están concienciando a los niños de que, en caso de que sus padres no crean lo que les cuenten, pueden explicar su caso a los tutores. De este modo los pequeños tendrán siempre una mano amiga a la que sabrán que podrán acudir en el colegio.
Artículo extraido de http://www.lasextanoticias.com
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