Jana tenía 12 años cuando invitó por primera vez a un chico a su habitación para tener sexo. Jessie lleva a los 17 años una libreta con sus amantes, 51 hasta el momento. Y la madre de Hendrik está orgullosa de que su hijo esté a punto de conseguir un trabajo como actor porno. Estas historias de vida son solo algunos ejemplos del nuevo libro La tragedia sexual de Alemania que se presentó ayer en Berlín. Los autores, Bernd Siggelkow y Wolfgang Büscher, advierten acerca de una juventud sexualmente precoz e hipersexualizada que ya no es capaz de establecer relaciones.
La central federal de educación sexual no pone en duda los casos individuales, pero no lo considera un fenómeno de masas. La última encuesta representativa sobre sexualidad juvenil en Alemania más bien alivió a los investigadores. Solo el 10 por ciento de los chicos y chicas afirmó haber debutado sexualmente a los 14 años o antes. Después de que la edad de la «primera vez» bajó hasta los años 90 cada vez más, los valores se mantuvieron relativamente constantes desde el 2000.
Bernd Siggelkow, fundador de la organización de ayuda Arche (Arca) de Berlín pinta una imagen completamente distinta. Los niños de Arche suelen proceder de familias en las que las madres no tienen trabajo y los padres desaparecieron. En treinta «historias verídicas», en las que se modificaron los nombres, Siggelkow cuenta de niños de ocho años que ven películas porno con sus padres o de adolescentes de 14 años que le presentan amantes a sus madres.
Siggelkow criticó que muchas madres ya transmitieron a los niños cuando apenas tienen diez años que el cuerpo es el capital más valioso. A esto se suman las páginas web sexuales en Internet o las películas porno breves que se transmiten por teléfono móvil. «Los niños ni siquiera pueden asimilar toda esta información sexual», dijo Siggelkow. «La brecha entre la madurez sexual corporal y espiritual es cada vez mayor». Según el libro, la contracepción es para los jóvenes de Arche una palabra desconocida. Creen que las gaseosas tibias o correr una vuelta a la manzana ayudan a evitar embarazos.
Siggelkow advierte por eso acerca de más embarazos adolescentes. Sin embargo, los números de la oficina federal de estadísticas no apoyan sus afirmaciones. En el 2007, 733 chicas de 15 años o menores dieron a luz en toda Alemania, el número más bajo desde el 2000.
La central federal de educación sexual no considera las observaciones de Siggelkow sacadas de la nada. «Es un problema de toda la sociedad, sobre todo en los barrios más problemáticos socialmente», dice la portavoz Völker-Albert. «No hay un estudio serio que demuestre una tendencia hacia el abandono sexual», afirma. Y Bernd Siggelkow, ex pastor del Ejército de Salvación, tampoco ve su libro como un estudio, sino más bien como una instantánea «conmocionante».
Articulo Extraido de la Voz de Galicia