Test de alcoholemia
El policía de tránsito detiene a un auto que va a alta velocidad, y cuando lo para ve que un borracho está conduciendo. Decide hacerle un test de alcoholemia. Al terminar le enseña el alcoholímetro al conductor, diciendo:
-¡4,45! !Qué vergüenza! ¿Acaso le parece bonito?
El borrachín, muy angustiado, se lleva las manos a la cabeza y contesta:
-¡Dios mío, las cinco menos cuarto, mi mujer me va matar!
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