Al parir mis palabras, cada verso que escribo es un camino que abro, un gemido que elevo, faro que alzo en la roca, baluarte que derribo, un rosal que cultivo, un árbol que remuevo.
Pero cuando navegas en mí por la lectura, soy el sueño que un día se estableció en tu mente, soy tu amor, y tu entrega, tu pasión, tu aventura, la luz de tu pasado, la sed de tu presente.
Brevería Nº 1211
3170 - Zarpazo El beso, la caricia y el abrazo son casi etéreos, levedad de estrella; nada, ni en alma o piel, dejará huella como la dentellada del zarpazo.
Amor viene de frente, hacia el regazo, con sed de eternidad, y sin querella; se hace promesa y pacto, con que sella la consistencia de intención y lazo.
El dolor, alevoso y retorcido, ataca por la espalda y al descuido; aquél en luz, mas éste en sombra nace.
Sea súbito el fin, aunque sangriento, más bien que sucumbir de agotamiento, múltiple, interminable desenlace. Los Angeles, 3 de marzo de 2013