de la nueva legislación canadiense que "premia" a las parejas del mismo sexo.

"Creo que es un chiste", declaró el señor Pinn al "Ottawa Sun", haciendo referencia a la ley en cuestión.

Estos dos hombres, que previamente estuvieron casados con mujeres, insisten en que hay un asunto importante detrás de su boda.

"Existen serias implicaciones tributarias que no creemos que el gobierno haya evaluado correctamente", asegura el señor Pinn.

Por su parte, Dalrymple ha consultado a diversos abogados y sostiene que no existen leyes que definan la preferencia sexual en el matrimonio.

Restará saber si estos dos amigos llegan a dar el "Sí" o si el casamiento finalmente se cancela.

Por el momento, la "pareja" aún no estableció la fecha de la boda.