Un joven llamado Fiber, oriundo de Nueva Zelanda llegó a su casa y se encontró con un pequeño detalle… en vez de agua, de todas las canillas de su casa salía cerveza.
Resulta que lo amigos de Fiber decidieron hacerle una broma y alterar todos los caños de su casa para que cada canilla quedara conectada a un barril de cerveza. ¡Hasta de la ducha salía alcohol!
Los amigos se escondieron en la casa para ver la reacción de Fiber, y, cuando ya no pudieron contener más la risa, se mostraron y le dijeron la verdad.
AFiber no pareció molestarle demasiado el chiste. De hecho, cuando terminó, les ofreció a los amigos quedarse a tomar una cerveza.