Un joven fue a la iglesia a confesarse. Cuando estaba de rodillas en el confesionario frente al cura, empezó su confesión, pero se dio cuenta de que el cura tenia enganchada en la sotana un bolígrafo con el capuchón rojo y todo dorado.
Entonces interrumpe la confesión y le dice al cura:
Padre, ¿por qué no me regala Vd. ese bolígrafo, que me gusta mucho?
El cura le rsponde: No, hijo mio, porque es un regalo y me gusta conservarlo.
Sigue la confesión pero al momento vuelve el joven a decir: Padre, regaleme Vd. el boli por favor que me gusta múchísimo.
El cura le vuelve a decir que no. Y al poco rato vuelve el joven con lo mismo, y asi unas cinco veces más, hasta que el cura ya cansado, le dice: ¡Toma el bolígrafo y termina ya!.
Al poco tiempo de eso, le llega al sr. cura una joven a confesarse.
Cuando empieza con su confesión le dice: Padre tengo miedo de pecar.
¿Por qué, hija mia?
Porque mi novio todos los dias me pide que me acueste con él y yo le digo que no.
Haces bien, hija mia, hasta que no esteis casados no debes hacerlo.
Sí, padre, pero es que mi novio todos los dias insiste y insiste, y yo ya no sé cuanto voy a a guantar porque no para de pedírmelo.
El cura, le pregunta:
¿Tu novio tiene un bolígrafo con el capuchón rojo y todo dorado?
¡Sí padre! ¿usted como lo sabe?
Pues mira hija mia, solo te puedo decir una cosa, reza 30 padrenuestros y 30 avemarías de penitencia, porque, ¡seguro que tu novio consigue lo que te pide!