Sobre la húmeda tierra Quiero una noche oscura ser testigo, desde la soledad de la arboleda, de esa espacial, radiante polvareda de estrellas que otro contempló contigo.
Y ese momento de sereno amigo invocará al amante a que proceda por el reverso audaz de tu moneda, que en cara y cruz me ofreces y consigo.
Sobre la húmeda tierra recostada, observaré la bóveda estrellada al fondo circular de tus retinas.
No cerrarás los ojos, que te miro. Y al besarte en los labios, tu suspiro pasará su temblor a las colinas.