La señora Rodriguez va a su parroquia a hablar con el cura y le dice:
—Padrecito, quiero que me ayude con sus oraciones; hace ya más de 5 años que soy casada y aún no conseguimos tener hijos, aunque en todo este tiempo lo hemos intentado casi sin parar...
—Hija mía —responde el cura—, en este momento estoy preparando las maletas, pues me han trasladado a Roma... pero no se preocupe: desde allá encenderé una vela para que se cumplan sus intenciones...
Años más tarde el mismo curita va paseando por una plazoleta Romana y ve a la señora Rodriguez. Inmediatamente que la reconoce se dirige a ella y le dice:
—Señora Rodriguez, es usted la dama que no podía tener hijos ¿verdad? Cuénteme, ¿ya recibieron esa bendición que tanto deseaban?
—Si padre, ahora tenemos 4 pares de mellizos y 4 niños más... ¡¡¡12 en total...!!!
—¿12? ¡Que maravilla! Supongo que vinieron a Roma a dar las gracias... ¿Y donde está su esposo?
—Él en este momento está en su iglesia...
—¿En mi iglesia? ¿Fue a orar?
—No padre, está buscando esa "%#*h&#¬@" VELA PARA APAGARLA!!!
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