Un día, se encuentran tres
ex-compañeros de clase en una taberna; y tras tomarse algunos tragos, todos
empiezan a hablar de ellos mismos. - Pues mira si soy vago que el otro día
paseando por la calle me encontré una cartera repleta de dólares, y por no
agacharme a recogerla la dejé en mitad de la calle. El segundo de los amigos,
por no ser menos, dijo: - Eso no es nada, el otro día yo, yendo por la
carretera, vi como se salía de la carretera un furgón blindado: dio cuatro
vueltas de campana y dejó todo el arcén de la carretera llenito de lingotes de
oro. Por no ensuciarme las manos y para que no me diera dolor de espalda pasé de
largo: ni tan siquiera paré. A lo que responde el tercero: - Pues lo
vuestro se puede aguantar, yo sin ir más lejos el otro día me fui al cine con la
parienta y en la oscuridad, cuando me quería sentar, me atrapé los cojones con
la butaca y, por no levantarme, me pasé toda la película llorando de
"emoción".
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