1. Al desempacarlo, ponga una cara neutra, no se muestre muy entusiasmada
con el producto. Si se muestra muy segura de sí misma el hombre no
funcionará bien, vivirá con defectos.
Guárdelo en un lugar fresco, seco (hombre apestoso no es bueno)y seguro (no
olvide que el es el sexo frágil)
2. Consérvelo fuera del alcance de la vecina rubia sonriente. Ella podría
causar estragos en su producto.
3.  Para ponerlo a funcionar, bastan unos besos en el cuello por la mañana.
4. Para ponerlo fuera de servicio, ofrézcale una noche de sexo. Dormirá como
piedra a más tardar a las diez de la noche (falta de educación y un defecto
de fabricación).
5. Prográmelo para que llene los talones de los cheques sin hacer muchas
preguntas.
6. Cárguele las baterías 3 veces al día: Café por la mañana, comida y cena
(Pero eso en exceso provoca llantitas indeseables).
7. En caso de defecto, algunas de las siguientes tácticas funcionan:
comience escondiendo el control remoto; si la falla persiste, cancele el
fútbol del fin de semana y el chupe con los amigos; pero si el problema se
agrava, es preciso un tratamiento de choque: huelga de sexo.
8. Cosas que él sabe hacer bien: cambiar focos, abrir latas y frascos en
general; cambiar llantas, cargar bolsas, clavar clavos en la pared, cambiar
llaves de agua, bolear zapatos, pero éstas cosas deben ser estimuladas.

Atención: ningún hombre tiene garantía y todas las especies están sujetas a
defectos de fabricación, como dejar la toalla mojada en la cama, hacer
barullo, empeorar las cosas, criticar, reclamar, autoexaltarse, beber de
más, comer cebolla, olvidar aniversarios, roncar, etc. No existe reparación,
la solución es ir cambiando de modelo hasta Que se encuentre el ideal, las
recientes pesquisas informaron que aún no ha sido inventado uno ideal, pero
nada cuesta probar.