
Cuando se trata de ser una
persona realmente saludable, la higiene dental juega un papel importante ya que
puede mantenernos a salvo de cientos de enfermedades. Por ello es importante
conocer algunos de los malos hábitos que dañan la salud bucal. Presta atención
para evitarlos.
Comerse las uñas

Ya sean tus hijos o tú mismo el
que se come las uñas, debes saber que es uno de los peores hábitos para la salud
bucal. Esta sola acción puede traer consecuencias de tipo físico como
debilitamiento en la uñas y la llegada directa de bacterias al organismo. Sin
contar con los posibles hongos en las uñas.
Cepillarse demasiado fuerte

La higiene oral es vital para
una vida saludable. Se recomienda cepillarse los dientes 3 veces al día, después
de cada comida para eliminar los residuos de alimentos. Sin embargo, la
recomendación es no cepillarse demasiado fuerte porque esto puede desgastar el
esmalte de los dientes, irritar las encías y hacer que tus dientes sean más
sensibles al frío y al calor. Incluso causar caries. Un cepillo de cerdas
suaves, es lo ideal.
Rechinar los
dientes
Lo peor que puedes hacer cuando
el estrés te consume por el regaño de tu jefe es rechinar los dientes, si lo
tomas como hábito a la larga puede convertirse en una enfermedad que ponga en
peligro tu salud dental. Esta enfermedad se llama bruxismo y se producen de
manera consciente o inconsciente, además no sólo dañará tus dientes sino
generará dolor de cabeza, de mandíbula y tensión en la espalda, por nombrar
algunos síntomas.
Morder el
lapicero

Este hábito es muy común en los
más jóvenes, usualmente el estrés que produce no saber la respuesta en el examen
puede conducirte a morder el lapicero; pero bien hay que decir que entre los
oficinistas es bien común desgastar los bolígrafos o la punta de las gafas. De
alguna forma tus dientes verán los resultados y es posible que se desportillen.
Además no lucirás bien, te lo aseguramos.
Beber bebidas carbonatadas

Lo peor para los dientes son
las bebidas carbonatadas, ya que estas tienden a ser muy ácidas y pueden dañar
el esmalte de tus dientes. Mucho más cuando los residuos se quedan allí y se
produce caries alrededor de las encías. Es decir, que de una vez por todas
tendrás que dejar esas latas de gaseosas y cambiarlas por agua