Estaban varios viejitos sentados en una celebración.
Uno de ellos, se para y anuncia:
-Cuando me muera quiero donar mis ojos.
Otro se levanta y dice:
-Cuando me muera quiero donar mi hígado.
Todo el mundo empieza a decir lo que va a donar cuando se muera, y ya solamente queda por hablar un octogenario.
Le llega el turno y muy serio don PEDRITO declara:
-Cuando yo me muera voy a donar mi pene.
Todos los presentes exclaman:
-Qué generosidad, qué maravilla, ¡nunca alguien se había ofrecido para donar eso!
Todos gritaron:
-¡Viva don PEDRITO que va a donar su pene!
Con el fin de felicitarlo, todos empiezan a gritar:
-¡Qué se pare!...¡Qué se pare!... ¡Que se pare!!
Y don PEDRO con una sonrisa dice: con una condicion
- ¡Cuaal!
-¡Que si se para… no lo dono!!
------------------------------------
La mujer cuando quiere, el hombre cuando puede