PU-PU...!
En el polo norte vivía una pareja de pingüinos que no podía tener pingüinitos, por lo que el macho (a ordenes de su esposa) viajó a Norte América en busca de adoptar una cría. El viaje fue largo y no tuvo suerte en Alaska así es que se fue a Miami donde lo único que pudo hacer es robarse un huevo de gallina. De regreso al Polo Norte, en casa, entregó el huevo a su esposa diciéndole que iban a ser padres de un futuro pollito. La pingüino dijo que no le interesaba lo que fuera, que lo cuidaría y amaría como a un hijo, y se sentó sobre el huevo para empollarlo. Luego de unos días, CRAC!, el huevo se rompió y salió el pollito. Miro a su alrededor y dijo:
- PU-PU...!
A lo que la nueva madre respondió con mucho cariño:
- No, hijito, tu debes decir: PIO-PIO!
Y el pollito volvió a decir:
- PU... PU... PUTA MADRE QUE FRÍO!
JAJAJAJAJA...FELIZ INICIO DE SEMANA SALVAJES!!