Una pareja tenía
dos niños pequeños, de 8 y 10 años de edad,
quienes eran
excesivamente traviesos
Siempre estaban metiéndose en problemas y sus
padres
sabían que si
alguna travesura ocurría en su barrio,
sus hijos estaban seguramente
involucrados.
La mamá de los niños escuchó que el sacerdote había tenido
mucho
éxito
disciplinando niños así que le pidió que hablara con sus hijos.
El sacerdote
aceptó, pero pidió verlos de forma separada,
así que la mamá
envió primero al niño más pequeño.
El sacerdote era un hombre enorme y con
una voz muy profunda.
Sentó al niño frente a él y le preguntó
gravemente:
' ¿Dónde está
Dios, hijo?'.
El niño se quedó boquiabierto pero no respondió, sólo se quedó
sentado con los ojos pelones.
Así que el sacerdote repitió la pregunta en un
tono todavía mas grave:
'¿Dónde está
Dios?'
De nuevo el niño
no contestó.
Entonces el sacerdote subió de tono de su voz, aún más,
agitó su dedo
apuntando frente a la cara del niño,y gritó:
'Te estoy preguntando que:
¿DÓNDE ESTÁ DIOS?'
El niño salió
gritando del cuarto,
corrió hasta su
casa y se escondió en el closet, azotando la puerta.
Cuando su hermano
lo encontró en el closet le pregunto
'¿Que pasó
pendejo....?'
El hermano pequeño, sin aliento, le contestó:
'¡Ahora si Nos
JODIMOS!!!,
¡Estamos en serios problemas.