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Luna, testiga silenciosa de romances, compañera de mis locuras, la que presenció la noche en que mi amor le confesé y quien supo de la ilusión que le regalé, tú sabes que yo jamás lo negué.
En mis noches de tristeza fuiste un consuelo para mí, a pesar de sentir celos de ti dime, ¿cuantas veces él sintió que me amaba a mí y no a ti?, ¿cuantos suspiros te dedicó a ti sabiendo que eran para mí?
Luna, tú que fuiste juez de esos momentos de locura dime, que hago con esta ilusión que no tiene cura, ¿Es que a caso se adueñó de mi mente y vivirá en mi eternamente?
Mas aquella noche que tú no estabas él confeso su amor por mí y desde esa noche él continúa aquí junto a mí.

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