Aquellos minutos del tiempo
que pasan y pasan sin parar,
como la vida que vino
deberá irse sin más.
Mirando por la ventana
las estruendas olas del mar,
veo como se rompen
contra las piedras al chocar.
Dicen que todo está escrito
y que lo que debe ocurrir, ocurrirá,
pero yo siempre pienso
que si está en mí, lo podré cambiar.