Con el tiempo aprendí que la vida está llena de primeras veces. Aprendí que no
hay dos personas iguales, que
las risas suenan distinto dependiendo de quien ría, que no todas las caricias te
hacen sentir lo mismo, no
todas las sensaciones te alegran los días. Aprendí que no todos los besos son
iguales, ni son todos dignos de
llamarse buenos. Me di cuenta que no
hay mejor que el que te habla sin necesidad de palabras, el que desea, el
que poco a poco vas queriendo cada vez más. Porque no hay mejor beso que
el de una persona que te hace sentir.
a/d