¡¡¡ GAVIOTAS !!!

 ***Versos de la Rosa***

 *Gaviota blanca*

 Asómbrate con croares con del pico de gaviota

sácame de mis pesares de los aires de las olas,

planeando sobre pasto de hierbas de caracolas

alentando un engullir de los peces que devoras.

*Brisas de playa*

 El céfiro zarandea los planos que elevan vuelos

acariciando un plumaje de expedito mensajero,

la brisa roza la ola que arrastra arena del suelo

cortando burbuja alba con el quejido del viento.

 *Gaviota oscura*

 Siempre ansias gaviota buenos yantares de pez

que ganas de entre las olas sin fatigar el placer,

de ser compañera blanca del volar de mi querer

con las alas que aletean acompañando a mi ser.

 *Verde pradera*

 Plantas ralas de verdores al soplo de sal marina

en colinas que envuelven la playa de arena fina,

con la cadencia de olas de blanca espuma divina

avivando tu pleamar con carácter que encandila.

 *Playa desnuda*

 Duna arenosa hostigada por pavores de resacas

rodeas la mar salada con el sahumerio del agua,

acoges la desnudez de humanos que allí recalan

luciendo estos tributos sin pudores ni prosapias.

 *Genial pintura*

 Con pinceles naturales de artistas de tal belleza

  dominamos las técnicas de acuarelas que giran,

sentires de maravillas impresionada en tu playa

con dos gaviotas volando por paisajes de nácar.

*Besos del Mar*

 Cuando las olas empujan su espuma por la playa

la fuerte resaca provocada por sus mareas vivas,

agita su arena mojada empujándola hacia el Mar

cuando la brisa salada besa la cresta de las olas.

 Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

29 de abril año 2020

Comentario de autor: 

Gaviotas, al pairo de la brisa, vuelan en rodeos para visualizar los peces que anhelan pescar, mientras las suaves olas de la playa adornan el paisaje con su belleza y  sublime hermosura.

Es como la tranquilidad espiritual que necesitamos todos para pasar lo mejor posible la pandemia vírica, recordando a todos lo que entregan su vida sin despedirse de su familia, ni tampoco de sus seres queridos.

El Hombre de la Rosa