EL BOBO DE CORIA
GÉNERO: Leyendas Históricas-Bobos
CÓDIGO: 3.4
PROVINCIA-COMARCA: Cáceres-Plasencia-Coria
LOCALIDAD: Coria
SINOPSIS: Cuando el Duque de Alba descubrió las Hurdes o Batuecas Extremeñas, de las que él era señor, comenzó a preocuparse por aquellos hombres que su dramaturgo Lope de Vega había descubierto como raza de reyes.
Encontró en unos poblados a algunos desgraciados cuyos cuerpos presentaban contexturas verdaderamente deformes. Eran hombres de escaso talento, pero con una simpatía y gracia por encima de lo que parecía normal. Uno de estos hombres vivía en Calabazas, alquería perteneciente a Caminomorisco. Presumía de ser el gracioso de la comarca. El Duque de Alba se interesó por él, hasta el punto de llevárselo a Coria para alegrar el palacio que sus antepasados habían levantado en el siglo XV. Era ésta una costumbre muy extendida, que algunos remontan a los periodos de esplendor en Persia. Casi todos los grandes Señores tenían en sus mansiones, al igual que el Rey en su corte, bufones que la mayoría de las veces eran verdaderos cretinos. El recién llegado pronto se hizo famoso en la mansión ducal y hasta en toda la ciudad. Entre la nobleza ponía el contrapunto de la risa y de la chirigota frente a la rigidez y severidad de los actos oficiales.
En Coria también se hizo famoso, hasta el punto que lo bautizaron de nuevo con el nombre de su pueblo natal: "Calabacillas". La posteridad le borró el nombre y le dió el que aún conserva: "BOBO DE CORIA".
En la Catedral, sobre la puerta del Poniente, está su estatua decorativa en granito, colocada sobre una pilastra de la balaustrada y que el mismo pueblo de Coria llamó y sigue llamando "El bobo".