Los dos
Cuando en la noche a tu pasión me entrego, dimes: ¿quién es el cielo y quién la estrella? Cuando tan alto amor el mundo sella, ¿es ciega la pasión o yo me ciego?
Ahora tú me conduces, pero, luego, yo seré quien te conduzca a aquella noche estrellada, iluminada y bella, en donde a la pasión vence el sosiego.
En donde la pasión encadenada y la serenidad del sabio vuelo - feliz estrella de la noche amada,
íntima confusión, cielo del cielo- crean esta inmortal noche estrellada e inmóvil resplandece nuestro anhelo
Vicente Gaos
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