Ojos dulces, adormidos, rubia cabellera larga y una angélica sonrisa que penetraba hasta el alma.
Rubia y rizada en el cuello, caia partida la barba, y cual nardos perfunados, eran sus mejillas blancas.
Era JESUS, era el cristo, poeta de la montaña, el que vestia humildemente, con una túnica parda.
Los niños escuchaban sus magicas palabras, querian besar las manos divinas del Rabi, la turba los aleja y entonces Cristo exclama:
!Dejadlos que se acerquen, que lleguen hasta mi!!
Asi como esos niños asi seran los buenos,que gozaran por siempre de la eternal mansion, las mentes infantiles conservan desde entonces.
La mancha sacrosanta del beso del Señor...
Cruzabance en las nubes relampagos continuos, zumbaba entre las nubes terrible vendabal, torcia el nudozo tronco la corpulenta encina, y yo no se que voces oíanse sollozar.
En lo alto de los cielos brillaban las estrellas, a la hora en que debiera el sol mandar su luz...el padre de los hombres arbrio sus brazos tiernos...
y..amando y bendiciendo...
ASI MURIO JESUS