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De: LOLY-AMOR  (Mensaje original) Enviado: 17/02/2010 20:25

El sexo en la pareja después de un nacimiento

sexopareja

Durante el post parto, la actividad sexual pasa a un segundo plano, en miras a la recuperación de mamá y de la atención que el bebé requiere.

¿Cuánto tarda en regresar el deseo? ¿Cómo superar los conflictos que surjan?

Después del parto, la sexualidad entra en receso. La llegada de este pequeño nuevo integrante irrumpe con su presencia y comienza a modificarse el equilibrio hasta ahora logrado.

Por un lado, el acomodamiento necesario del cuerpo de la mamá, y por el otro la nueva situación familiar: la mujer y el hombre que conformaban una pareja asumen los nuevos roles de padres y dan la bienvenida al nuevo ser.

¿Y que pasa con el sexo?

Al período de ausencia de coito durante el puerperio, se lo conoce comúnmente como cuarentena, por la creencia de que la actividad sexual puede retomarse pasados los cuarenta días de nacido el bebé. Pero este cálculo no es más que un mito popular.

Sin embargo, en la realidad de cada pareja, los tiempos no son así de estrictos. El cuerpo de la mamá debe reacomodar los tejidos eso es cierto y la fisiología marca un tiempo, si hubo una episiotomía (incisión que se hace en la vagina para ampliar el canal de parto), toda la región se verá afectada. La lactancia provoca cambios en las mamas que las tornan más sensibles y turgentes.

A las consecuencias físicas de haber parido, se le suma la nueva dinámica que se establece con un bebé en casa. Y todos los que hemos sido padres sabemos de qué estoy hablando.

El sistema de creencias que esté instalado en esa mamá, determinará cómo se vivirá la llegada del bebé al hogar. Además, también influye cómo ella vivió el parto, cuáles son los mensajes familiares que se vienen transmitiendo respecto a la crianza del niño, cuál ha sido su relación con el placer y el sexo, y cuál es el lugar que ocupa el hombre en este sistema.

La rutina diaria y nocturna se ven modificadas por la irrupción del niño. Horarios, alimentación decodificación de los llantos e incomodidades de ese nuevo ser, son algunas de las peripecias con las cuales los padres, pero sobre todo la mamá, tendrán que aprender a manejar, para poder establecer un nuevo lenguaje de comunicación, más corporal y gestual, que verbal. Todas estas vivencias desplazan el interés sexual de la mamá.

¿Y al hombre que le sucede?

Muchas veces los hombres tienen miedo de acercarse sexualmente a sus mujeres porque se encuentran con un cuerpo diferente. Los senos, por ejemplo, se han modificado para amamantar. No hay erotización del vínculo porque la mamá está totalmente enfocada en su bebé, y el papá dejó de ser varón para convertirse en padre.
La sexualidad se genera dentro de la intimidad de la pareja. Con la llegada de un bebé, ese espacio se pierde temporariamente, y hay que recuperarlo. La aparición de un niño pone toda la atención en él, la mamá deposita su libido en ese vínculo y si el papá está conectado con la llegada de su hijo, la ausencia de coito no provocará conflicto dentro de la pareja.

La manera en que transite esta etapa va a depender mucho de cómo llegaron ambos psicológicamente a este momento.
La restitución de la intimidad de la pareja estará ligada a la historia de cada persona y a cómo se fue consolidando esa pareja. En general, la mamá tarda un poco más en volver a sentir el deseo sexual, mientras que el hombre, que no ha puesto su cuerpo para el parto, no lo tiene afectado.

Se recomienda emplear otros recursos de acercamiento dentro de la pareja, para ir restituyendo progresivamente el encuentro sexual habitual, siempre y cuando exista la posibilidad del espacio para la intimidad. Por eso, la vuelta al sexo también va a estar ligada al establecimiento de esta nueva dinámica dentro de la casa.

La creatividad es la herramienta con que todos contamos para reencontrarnos con el placer.

Caricias, mimos, contacto genital y actividades masturbatorias, pueden ser parte del juego en el tránsito de esta etapa, bajando las exigencias respecto de la creencia que sin penetración no hay sexualidad y así, darle tiempo a la mujer para su recuperación física completa.

Cualquier tipo de contacto que sea aceptado y deseado por los integrantes de la pareja puede ser satisfactorio. La mujer no debería sacrificarse o hacer el esfuerzo de retomar la actividad sexual. Su pareja deberá comprender el momento que ella vive. La comunicación a partir del amor estrecha los vínculos y disipa temores.

Está claro que si ambos participan activamente de esta nueva etapa, el conflicto no se presenta, porque los dos están inmersos en la llegada del bebé.

Es muy importante buscar información en el ginecólogo. El médico está en condiciones de evaluar estas consultas que en general se resuelven con educación sexaul y de ser necesario él será quien solicite la consulta de un especialista sexólogo o psicólogo.

Cuando tenga que ser, será

Si todo se construye sólidamente, con amor; si los dos papás participaron activamente del proceso del embarazo y nacimiento; si los encuentros sexuales previos al parto fueron buenos, no habrá mayores problemas en el retorno a la actividad sexual, que llegará a su debido tiempo

LOLY-AMOR



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