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SAN JOSÉ
¿Te acuerdas, Señor?...
Cuando conocí a María
descubrí que ella era
el amor de mi vida.
Era una criatura preciosa,
sus ojos eran
del color de la tierra,
sus manos
acostumbradas al trabajo.
Fue una tarde de primavera.
Me habían dicho tanto de Ella...
Se habían quedado cortos.
Su grandeza era su pequeñez.
Su hermosura
salía de dentro a fuera.
Te doy gracias por María
porque en Ella
me has introducido en tu Misterio.
Yo sé que Ella es buena y me quiere
y necesito amarla
desde la virginidad. Amén.

FRANCISCO CERRO CHAVES

*Fondo por Vainica* |