TRES DESEOS
Mi buena Hada Madrina tres deseos
me concedió.
Uno para la mente, otro para el espíritu y
el tercero al cuerpo dio.
No lo debo pensar mucho, presta
y segura estoy.
Siempre lo he soñado, grata concreción
es hoy.
Para mi mente, el conocimiento, toda la vastedad
que la Gran Diosa Creó.
Para mi espíritu quiero fuerza
inquebrantable como don.
Por tercero a mi cuerpo
mucho trabajo le doy
solo le pido fortaleza, para
contener a los otros dos.
Escucho al punto una voz
cristal quebrado de color.
¿-¿Dónde a mí eso me deja?
-¿Dónde he quedado yo?
-Tú siempre mi corazón animas,
eres mi musa, mi motor.
A ti nunca te dejo, presa
de tu Alma estoy.
-Pero no lo has deseado
¿Tan fácil prenda yo soy?
-Tú no eres, prenda, mi Ángel,
tú eres mi vida y mi razón.
Tu tienes todo lo que poseo y lo que
no poseo, lo consigo y te lo doy.
-Pero a mi no me nombraste entre tus
deseos hoy.
-Porque quiero que seas libre nada te ata
a mi corazón.
Solo despliega tus alas doradas de Sol.
-No necesito nada excepto
un mundo de dos.
-Entonces ya vez que sabia
y que vasta soy.
No necesito pedir lo que reina por la razón.
-Si eres sabia y nada te quiebra
¿Qué lugar ocupo yo?
-Tú eres la llave, mi principio,
mi causa y mi motor,
y si tú no existes, nada, nada de esto soy.
Eso lo saben las Hadas, Los Vientos,
La Diosa y hasta nuestro Sol
Si tú no estás dejo toda mi
existencia en manos de la Creación.
Nada puede reemplazarte,
nada recrearte, sin ti nada soy.
No preguntes más no seas necio,
hasta el Viento sabe de mi dolor.
-¿Qué dolor puedes tener,
que no sepa mi corazón?
-Este, el de perder momentos
compartidos, por tu desazón.
-Esta bien, ya me doy
cuenta, pido esta vez perdón.
Si eres sabia, y me
amas, sabios somos los dos.
-¡Al fin tu alma se abre y
brilla ahora como el Sol!,
No sé por qué te olvidaste
que somos Uno y ya no dos.
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