El Silencio ha sido el gran impulso y don de mi vida.
Me siento convocado y elegido por el Silencio.
No hay fecha para deciros cuándo comenzó en mí, este
camino de Silencio. El amor no tiene fecha.
Dios ha intervenido en primer lugar. Y también mis
padres; es un asunto genético. Ha sido desde siempre,
aunque hay horas, o momentos de los que suelo hacer
mención. Una de estas horas, en las que me sentí urgido
por el silencio, fue en mis años de estudiante, leyendo la
obra de Taulero. Fue quizá, la primera vez que lo sentí con
fuerza.
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Este libro es para tenerlo en la mesilla de noche y leerlo como su propio nombre indica
en la alcoba y en silencio. Yo al menos asi lo hago.