Adviento: Conectar con lo mejor que hay en tí.
Ayer estaba en un grupo y una persona, que dice que es atea y que no quiere saber nada de "lo católico", lanzó la pregunta:
-Que es eso del adviento? No haceis nada más que hablar del Adviento y usais unas palabras que no hay quien las entienda..
Entonces tuve que improvisar.
Me apoyé en un corto que acabábamos de ver: Lalia, premio Goya y premio público. El corto trata de Lalia, una niña saharaui, a quien su madre y su abuela le han comentado que son un pueblo que vivian en El Aiun, junto al mar. Y les echaron al desierto. La niña vive soñando y pensando en volver a su patria, al lugar de donde les desterraron.
Con este trasfondo, le dije a quien preguntó:
-El Adviento es la historia que nos ha contado Lalia.
-Eso es una película.
-Esa película es la historia de una niña que tiene en su corazón una ilusión, un porqué de vivir, una esperanza que le anima, un sueño de algo que puede ser y que la mantiene alerta, mirando al mar desde el desierto donde ahora vive. Está en el desierto, pero mira al mar y cree que luchando llegará a las playas de donde expulsaron a sus padres...
El adviento no es cuestión de hacer nada por hacer. El Adviento es una invitación a conectar con lo mejor que hay en tí, en tu corazón:Con esos sueños de ser mejor persona, más madura, más honrada, más tu. Yo creo que tú tienes espacio en el corazón donde hay "sueños" de ser mejor persona, mas feliz....
Quien eres tú? ((Tercer domingo)
Juan, poco dado a describir, se entretiene en la descripción de "Un hombre enviado por Dios". Su nombre era Jua. Vestía y comía auseramente. Proclamaba palabras de profeta" (Jn 1,6-8.19-28).
Juan era : Testigo y daba testimonio.
Porque es testigo y porque da testimonio (no porque es Juan) los judios envían mensajeros para interrogarle , para pedirle "el secreto" de su vida y de sus obras. "¿Quien eres tú?"
Es lo que muchos de nosotros vivimos y sentimos:Nos quedamos con ganas de tener personas a las que interrogar cuando vemos que sus vidas tienen algo que nos atrae.
Es lo que muchos de nosotros anhelamos o echamos de menos: encontrarnos con persons que nos levanten preguntas y nos interroguen, sin sermones, en lo más profundo de nuestra vida.¿Que te lleva a vivir como vives?. ¿Que espíritu te alienta?. ¿Por qué eres así?.¿Donde se aprende y quien te contagia o da o enseña esa sabiduría de vida que tú vives?.
La respuesta de Juan va más allá de la pregunta.
El testigo sabe lo que es. Lo que es, no lo es por mérito propio. Lo que es viene de "otra parte". Lo que es, es don. Si te has encontrado en la vida con gente "maja", con "santos" de carne y hueso, te habrás dado cuenta de que estas personas "no se las dan de nada", no presumen de nada, no se sienten dueñas de nada. Solo se sienten "agraciadas". reconocen que lo que son se lo deben a Dios. Juan responde eliminando confusiones: "Yo no soy el que pensais".
Los que le preguntan tienen una respuesta preconcebida del personaje que tienen delante.Le preguntan para escuchar lo que ya intuyen pero quieren confirmar más...Se encuentran con una respuesta que les saca de sus esquemas. Se imaginan quién es Juan. Han construido en su cabeza una identidad a la medida de su saber, de sus alcances o sus intereses. Yesa es su dificultad para comprender lo que Juan responde, para aceptarle y aceptar la verdad que proclama.
"Imaginar", "hacerse ilusiones de lo que el otro tiene que ser", es un impedimento serio para aceptarle de verdad, y para aceptar la verdad.
Juan, a las puertas de la Navidad, nos enfrenta ante una de las experiencias humanas y espirituales más normales. Vamos por la vida haciendo mucho ejercicio de "imaginación" del otro y así se nos escapa la realidad verdadera del otro. Decimos que somos muy intuitivos, que tenemos muchas experiencias de trato con la gente y que nos basta echar una ojeada para "calar" cómo es una persona. Y a lo mejor es verdad...Aunque tenemos que añadir con frecuencia que "las apariencias engañan" o "yo creia..., pero me he equivocado".
Si hay posibilidad de error en este funcionamiento de "imaginar" cómo es el otro, cuando lo empleamos con Dios, el error está cantado. No se llega a Dios imaginando a Dios, sino aceptando a Dios que llega revelándose y desbaratando nuestras "imaginaciones divinas"...Dios no es nunca el que imaginamos .
Mucho "ateísmo" práctico y mucho "parón espiritual" tiene como raiz este comportamiento de hacernios ideas de Dios o de esperar de Dios lo que no es nada más que proyección de nuestra imaginación.
El testigo, Juan, cumple su misión con anunciar: Allanad los caminos, dejad de inventaros a Dios. El camino que tenéis que allanar es que os quiteis del camino. Tus ideas de Dios son las que no dejan que Dios transite por tu vida y llegue al fondo de tu corazón. Está muy lleno de todo lo tuyo. El único camino que facilita que Dios venga es no hacerse ideas preconcebidas de Dios...
Quienes interrogan a Juan son "sacerdotes y levitas", los conocedores sabios "oficiales" de la Escritura, los "especialistas de Dios". A los "especialistas " es a quienes se les dice: "Decis que lo sabeis todo y, sin embargo, en medio de vosotros está Dios y no lo reconoceis, no sabeis que está. Ignorais lo que teneis delante de vosotros. ¿Que clase de "especialistas de Dios sois"?.
¿Cómo os atréveis a llamaros "especialistas de Dios", "pastors de su pueblo?. ¿Cómo poséis mostrar a Dios a otros?".
Los que más saben de Dios son, justo, los que no conocen o reconocen a Dios, son justo aquellos a los que Dios se les escapa y no logran percibirlo cercano.
En este Adviento, nos dejamos decir y dejamos que resuene en nuestro corazón (Con la edad que tenemos, con la experiencia que tenemos, con todo lo que llevamos encimo...): "No le conocéis", "No le conoces". "Está a tu lado, en medio de nosotros...¡Y no te has enterado!...
Dios es siempre tarea por conocer...
Dios es misterio más allá de donde hemos llegado o donde le hemos situado.
( Lo comparto de: Retiro de Adviento 15/12/2013)
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