La felicidad llega a través de nuestras acciones, de nuestros pensamientos, de la actitud con la que nos enfrentamos a los problemas y buscamos soluciones...la felicidad no aparece de repente, se va creando poco a poco y no es una cosa que emerge sin saber de dónde ni porqué...tiene una razón, un motivo, y es el resultado de un cúmulo de cosas...
La felicidad es el resultado de una actitud motivadora, de pensamientos positivos, de afirmaciones que generan en nosotros satisfacción y confianza, de procurar aprender de todo aquello que nos ocurre, de reconocer y asumir nuestros errores y permitir que estos nos conviertan en mejores personas, de sentirnos satisfechos al término de cada día y de valorarnos y querernos para que los demás también lo hagan...
La felicidad es una pequeña semilla que va creciendo día a día y que puede convertirse en un frondoso árbol que cubra toda nuestra vida...la felicidad nace desde el interior y lo que vamos encontrando a lo largo de la vida, a lo ancho del camino solo es el abono para hacer que esta germine y florezca cada nuevo amanecer...
La felicidad es esa sensación que te aporta confianza, te hace ser valiente, cambia el color del cristal de las gafas con la que miramos la vida y lo más importante...nos convierte en portadores de felicidad allá donde vamos, contagiando a los demás y haciendo de nuestro pedacito de mundo un lugar mucho mejor.
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