PASA LA VIDA
Cada día que amanece
es un regalo de Dios
nos trae una  nueva sorpresa
que nos toca el corazón.
A veces  con los quehaceres
que cada día nos llegan
no nos dejan  ni pensar
nos envuelven, nos estresan…
¡ Cuantas veces nos proponen
Tomar un café, ir al cine
o conversar simplemente
por los campos y jardines
y enseguida contestamos;
¡no tengo tiempo, no puedo
tengo mil cosas que hacer
quedamos en otro momento
es que hoy no puede ser!.
Pero el tiempo pasa y pasa
no conoce sentimientos
no le importa si es verano
si es otoño o es invierno
lo suyo es seguir pasando
para el niño y para el viejo.
Pero… a veces nos ocurre 
que llega a nuestra vida un premio
y se nos cruza una persona
con la que nos sentimos contentos
y nos llena el corazón
con su sonrisa y sus gestos…
con sus palabras cercanas
con sus abrazos sinceros 
y el tiempo corre que corre, 
que corto se pasa el tiempo
cuándo estamos a su lado
tan a gusto, tan contentos…
Y de repente nos dice;
 me voy,  que ya se acaba mi tiempo
me marcho a otro lugar
no puedo estar más, ¡hasta luego!
Y nos quedamos muy tristes
Por no aprovechar aquel tiempo
Cuando a veces nos decía,
¿ tienes prisa, vengo luego?
El tiempo ya se paso
nos quedamos sin él pero…
desde hoy miraré el reloj
con atención, con aprecio
y más de una vez diré;
¡voy a aprovechar mi tiempo!.
 
Con mucha y cariño para la persona maravillosa que se nos ha ido para siempre.
Mª Felisa Bergáz Juárez

(Fondo por Vainica)