Digamos que estás en este mundo para aprender a manejar. Estas lecciones podrían abarcar muchos aspectos del terreno en el que manejas: la forma en que las calles están dispuestas, las leyes del tráfico, las costumbres locales y mucho más. Imagina que tu Alma, que va en el asiento del pasajero, conoce el mejor camino para llegar a casa. Considera ser paciente y confiar en las indicaciones de tu Alma. Pregunta simplemente:”¿Hacia dónde iremos?” Fíjate cuán hábil puedes llegar a ser para escuchar y luego sigue las indicaciones de “izquierda”, “derecha”, “nuevamente a la derecha”, “sigue adelante”, que tu Alma te está dando.

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