Estamos acostumbrados a ver que los personajes de nuestro mundo preparan sus presencias con grandes anuncios y campañas publicitarias. Convierten sus llegadas y discursos en espectáculo de luces y masas. No es el estilo de Jesús. Jesús no aparece en el centro oficial del mundo de entonces, sino en una aldea alejada, dentro de la normalidad más absoluta, en el silencio, en la intimidad.
¿Me confunde la normalidad de Jesús? ¿Cómo vivo y entiendo mi fe en Él?
Aroma de Mujer y Ami. Gracis amigas por vuestra ingente gestión en la página y tambien por leer mis mensajes y contestarlos, cómo así mismo, por la leal e incondicional amistad que compartimos. Besos Casimiro.
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BESOS Y ABRAZOS CARIÑOS..
