Érase un tiempo que sin memoria ni control
emergía por el espacio del amor.
Érase la pureza, el fluir del ser sin interferencias.

Érase en si la vida misma,su infinita magia
y su magnánima belleza.
Érase un romántico clamor de donde bebían
las ilusiones, los sueños, los llantos y alegrías.

Érase un tiempo de puros sentimientos,
sin contaminación, sin guerras violentas.
Érase un tiempo en donde la flor tenía su lugar seguro,
el pájaro gorjeaba su libertad,
el viento traía mensajes de paz.

Érase la era del amor en donde no cabía
más que el ensueño y la inspiración...
No se perdió quedó oculta
en el corazón del universo,
busquémosla por los anales
arranquemos las raíces
de la tierra que la cultivó,
volvamos a esa éra que no murió,
que duerme latente, esperándonos,
volvamos a la Éra del amor...