Como un chicle te puede complicar la vida

 

El chicle tiene una historia de 9.000 años según los arqueólogos que descubrieron restos masticados de corteza de abedul en una isla sueca.

Hoy en día, se dice que es la costumbre más común del mundo, y se consumen 100.000 toneladas cada año.

El chicle es popular entre la gente de todas las edades. Para algunas personas es relajante, mientras que otros lo usan sin saber bien porqué. Además de beneficios, el chicle también tiene en algunos casos, efectos secundarios negativos.

Trastorno de la articulación temporomandibular

Si se mastica chicle con demasiada frecuencia, o muy vigorosamente, puede causar una afección dolorosa crónica maxilar, que se conoce como trastorno de la articulación temporomandibular (ATM).

Sonidos raros en la mandíbula

Masticar chicle en exceso también puede llevar a un clic recurrente o sonido “pop” en la mandíbula y en otros músculos cansados.

En general, el chicle puede agravar el conjunto existente de trastornos mandibulares.

Edulcorantes artificiales

El chicle contiene azúcar o un edulcorante artificial.

Cualquiera de los dos productos puede conducir a la caries dental. Si masticas chicle diariamente o crees que tu hábito podría ser excesivo, discute el tema con tu dentista, como medida preventiva.

Además también hay una preocupación generalizada por los edulcorantes artificiales, incluidos los comúnmente utilizados en el chicle. Está comprobado que algunos son beneficiosos para la salud oral, pero no todos pasan la prueba.

Alteración del orden público

Parece un chiste, pero el impacto social que ha tenido el trabajo de quitar los chicles pegados en lugares donde no deberían estar, se ha convertido en una molestia pública genuina.

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con los aspectos negativos del chicle, cuando lo encontramos en las sillas, debajo de escritorios, o en el pavimento un día de calor.

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